En 1985 el norte de Extremadura perdió su último tren. Han pasado 33 años desde que dejó de pasar el "martero", aquel que unía (en el sentido más amplio de la palabra) Plasencia con los municipios de Oliva de Plasencia, Cabezabellosa, Jarilla, Casas del Monte, Segura de Toro, Gargantilla, Aldeanueva del Camino, Hervás, Baños de Montemayor y La Garganta. Cierto que solo en algunos pueblos había estación, pero todos los habitantes de la comarca tenían acceso cercano al ferrocarril, un hilo de comunicación que les permitió desde 1894 "bajar" cada martes al mercado de Plasencia a vender sus productos y relacionarse con los habitantes del resto de localidades del norte de Extremadura.

La huella del tren en esta zona es profunda y aún hoy, tanto tiempo después, hay gente que recuerda la hora a la que cada día pasaba. Grupos de vecinos eran reticentes a perder definitivamente cualquier esperanza de recuperarlo, y no eran partidarios del desmantelamiento de las viejas infraestructuras, traviesas y vías para adaptarlas a la nueva locomotora del siglo XXI: el turismo. Seguramente no les falte razón a los que opinan que el ferrocarril norte-sur por esta zona de España es rentable económica y socialmente, como ha demostrado en parte el tránsito actual de su verdugo, la autovía A-66-Vía de la Plata. Sin embargo, finalmente la resistencia cayó y la vía férrea se está transformando en vía verde o camino natural para disfrute de senderistas y ciclistas, gentes que ahora vuelven a circular por las huellas del "martero", aunque mayoritariamente en fin de semana y a disfrutar del paisaje y la naturaleza.

El trayecto previsto para el total de recorrido entre Plasencia y Béjar es de aproximadamente 59 Km. Aunque faltan por terminar algunos puentes y otros detalles, a día de hoy 16 de julio de 2018,  son cómodamente transitables los 19 Km. que unen Hervás con Béjar, pasando por Baños de Montemayor, Puerto de Béjar y Cantagallo. Las infraestructuras recuperadas incluyen el paso por un túnel de unos 200 metros entre Baños y Puerto de Béjar para el que es conveniente portar una linterna. Tanto en la estación de Béjar como en la de Hervás hay restaurante y terraza. En la estación de Baños de Montemayor hay un área recreativa con fuente, zona infantil y barbacoa. La estación de Puerto de Béjar se está recuperando y se anuncia un futuro restaurante, pero ya en este punto del trayecto, desviándonos pocos metros podemos recuperar fuerzas y disfrutar de la charla del pacense Isidro en la terraza del hotel rural El Jardín del Conde, junto en la intersección de la calzada romana Vía de la Plata con la antigua nacional 630. Para el senderista, hay un atractivo recorrido circular corto que parte de Baños de Montemayor, asciende hacia el norte por la calzada romana hasta el alto de puerto de Béjar, y regresa hacia el punto de origen en el sur por la vía verde pasando por las estaciones de Puerto de Béjar y Baños.

El camino en bicicleta es gratificante: puentes, cursos de agua limpia, higueras, castaños, nogales, cerezos, robles, paisajes que se alargan a la vista decenas de kilómetros, montañas de más de mil metros que te muestran lo que eres y lo que no puedes…

"Ya no seré feliz. Tal vez no importa," escribió Borges en su verso, que en este caso se puede traducir, "Ya no veré pasar el tren. Tal vez no importa". El resto del poema también se puede adaptar porque “hay tantas otras cosas en el mundo”;  en este camino “un instante cualquiera es más profundo y diverso que el mar”. La vía “es corta y aunque las horas son tan largas, una oscura maravilla nos acecha” al atravesar por el túnel “la montaña, ese otro mar, esa otra flecha que nos libra del sol y de la luna y del amor. Sólo me queda el goce de estar” sin tren, “esa vana costumbre que me inclina al sur, a cierta puerta, a cierta esquina”.

Id a disfrutarlo en familia.